El turismo de salud es una modalidad que combina tratamientos médicos, terapias alternativas y experiencias de bienestar físico, mental y emocional. A nivel mundial, destaca por facilitar acceso a procedimientos especializados a costos competitivos, fomentar economías locales, desarrollar infraestructura médica y ofrecer alternativas holísticas en destinos como India, Tailandia o México. En Bolivia, aunque incipiente, tiene gran potencial gracias a su medicina ancestral, aguas termales terapéuticas como Urmiri y Sajama, y servicios médicos accesibles en odontología y estética. Esto lo posiciona como una opción emergente para diversificar su oferta turística, generar ingresos locales y promover el bienestar de los visitantes.